Pese a escuchar innumerables veces de parte del presidente Macri y de sus funcionarios del gobierno nacional, que sus medidas de ajuste sirven para mejorar la situación económica de nuestro país, y del empleo para la población en general, se acaban de difundir, las cifras de desempleo oficiales que permiten cotejar los guarismos trimestrales en forma escalonada.
Al comparar el resultado del último trimestre del 2016, cuya cifra fue de 7,6% con el primer cuatrimestre del actual 2017, las cifras son contundentes.
El desempleo a nivel nacional alcanzó el escalofriante número de 9,2%, siendo este registro más de un 21% superior que la última registrada del año pasado. Con el agravante que en el conurbano bonaerense la cifra total perforó los dos dígitos de desempleo, alcanzando en el primer trimestre del 2017 la alarmante cifra de 11,8%.
Por más que desde las usinas del gobierno salieron a replicar que estos números reflejan un fenómeno de estacionalidad, jamás la diferencia de desempleo fue de un porcentaje tan elevado por esta causa.
Esta cifra revela el enorme deterioro y destrucción de los puestos de trabajo nacionales, que lamentablemente siguen incrementándose como consecuencia de la aplicación de políticas nacionales que propician la destrucción de las fuentes de producción locales, reemplazándolas por productos terminados, muchas veces generados por trabajo esclavo, traídos del exterior.