“El feminista menos pensado” da otra estocada a los derechos de las mujeres

Desde el 23 de julio el gobierno nacional dará de baja a la ley nacional de moratoria, más conocida como la “jubilación de amas de casa” (por el grupo poblacional en el que tuvo mayor impacto), implementada en el 2006, y que demostró ser una decisión política del gobierno de entonces de reconocer a la jubilación como un derecho.

Esta ley fue fundamental para reconocer el trabajo de las amas de casa y el empleo doméstico, en general informal, y se constituye por lo tanto como la primera política de inclusión previsional con perspectiva de género de nuestra historia.   

Con esta abolición se atenta gravemente contra los derechos conquistados por las mujeres, especialmente si se tiene en cuenta la desigual distribución ocupacional (aún hoy la atención de la salud, la educación, la realización de servicios sociales y el trabajo doméstico son tareas asignadas a las mujeres) y el empleo no registrado. Según datos del  Centro de Estudios ATENEA, solo el 45,3% de las mujeres están empleadas, en comparación con el 71,4% de los hombres.

Por estos motivos, su no renovación afecta de manera directa a miles de mujeres que han trabajado toda su vida, pero dentro de la informalidad, y que quedarían por fuera del derecho a percibir una jubilación digna.

Desde FEDUN rechazamos la decisión del gobierno de eliminar la jubilación de las amas de casa, entendiendo que es un derecho que buscaba reparar las inequidades de género en el mercado laboral, y reconoce al empleo doméstico como trabajo que reproduce la fuerza de trabajo.